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10/10
El apartamento tiene unas vistas increíbles, ves el mar, la montaña, la vegetación tan bien cuidada. Está todo nuevo y muy limpio. Se siente la paz de la naturaleza, es realmente un sitio para desconectar del ruido y contaminación de la ciudad. La playa está al lado, solo bajar en el ascensor y avanzar un poco. Se agradece el detalle de algunos básicos como cola-cao, sachés de aceite, vinagre y sal, leche evaporada y una botella de vino rosé (para el que le guste). Importante también que tienes mando para el parking y es gratuito.
Cuando llegas al complejo te sientes perdido porque accedes por la parte trasera y no hay señalización clara. Hay que dar muchas vueltas y preguntar a gente que pasa por ahí para finalmente dar con el edificio, que si es el A, que si es el B, con el agravante de que la mayoría no hablan español. Todo parece desolado y crees estar en el sitio equivocado. Al final, cuando entras en el apartamento, te repones, pero se pasa mal al principio. Todo estaba nuevo e impecable en la cocina, pero faltaban muchos utensilios importantes como escurridor de pasta, colador, rallador, descorchador, un perol pequeño, copas de vino, algún salvamanteles, cucharas de palo o silicona para no rallar los sartenes. Otro incordio es que el último día para sacar el coche del parking necesitas el mando, entonces luego tienes que volver a entrar al edificio andando, ir hasta el apartamento en el 10º piso para dejarlo allí, y todo esto nos tocó lloviendo